24 septiembre 2013

El calor que irradia el techo de mi casa

Este es uno de esos días en que pensando que hacer, me ha llegado el calor que irradia el techo de mi casa. Ese que, alrededor de las 2 de la tarde no tiene piedad ni compasión, si estoy enferma, de buen o de mal humor, en mis días o en mis noches, en mis pensamientos siderales o en mis poemas volátiles...

¡Ay, que calor! chillando estoy, me quema las ideas, me bloquea el canal de la cordura, me hace divagar. No entiendo, aún no quiero entender tal vez, que ese calor es infame, que todo lo que tocan mis manos está caliente, como cuando toco la superficie de una piedra en el monte al medio día, o como cuando tomas la taza de café y está caliente. No vale la pena, digo yo, pensar en eso, pero es inevitable porque el calor no se vá. Muchas veces voy a dormir y sigue ahí, cayendo sobre mi cuerpo tendido. Lo dejo de sentir en algún momento de la madrugada, cuando llegan frescos vientos del mar o de la alborada.

A otro día durante la mañana, tomo una taza de café y no puedo evitar pensar que en unas horas más, me visitará de nuevo el calor que irradia el techo de mi casa.

28 junio 2013

Somos seres de luz

¿Loco? Es verdad, que no somos entes etéreos, ni seres inmateriales... Pero si que podemos ser seres de luz, no hablo de la luz que encendemos o apagamos en nuestra casa, aunque bien la luz que traemos con nosotros la podemos apagar o encender.
Vamos por partes: Somos la luz que queremos ser, encendida o apagada... y eso aún si queremos ser luz. Hay quienes deciden no serlo y es respetable, hay otros que simplemente son luz porque así ha sido siempre pero no saben si van encendidos o apagados, iluminando o encandilando. Vamos, que tantas formas de ser y pensar nos convierten en variantes de luces o sombras...
A veces veo en mi sombras, tal vez es que esos días o momentos no encendí la luz, o la que me irradian es muy brillante, porque regularmente voy irradiando luz.
Lo que si puedo saber es mi decisión de ir encendida o apagada en cualquier momento.
No te olvides: irradia tu mejor luz, no sea que llegue un día que se funda el foco. En ese momento muchas veces ya no hay remedio y volveremos a encendernos... al menos no en este plano.
Dejamos una estela si tenemos luz; si vamos apagados sólo dejamos vacío.

11 mayo 2013

La foto



Esa foto tiene cierto hechizo, porque cuando la veo no dejo de pensar en lo que pudo haber sido. Seguramente tu también tienes alguna foto con hechizo, que hiciste que salió en ese ángulo, que pensaste cuando hiciste clic para generar la imagen... O simplemente eres de los que van por la vida tomando a diestra y siniestra, sin objetivo y sin sentido, dejame decirte que eso no es bueno.
Uno toma fotografías por que quiere capturar un momento, un sentimiento, hasta un aroma se puede decir. Porque si vas con esa idea en tu cabeza, las fotos entonces tendrán ese hechizo.
Mientras no sea así, sólo tendrás papel impreso de alta calidad con imágenes que no entiendes.

Que tengas buenos clics.

01 enero 2013