Te siento ausente, como el mar en la playa que va y viene, indiferente. Te siento silencioso, como la noche estrellada que no pronuncia una sola palabra. Te recuerdo tan lejano en aquél momento apartado, tu sonrisa y mi llanto, completaron el encanto.
Hoy pareciera mi sonrisa cuál hoja de papel, si no se cuida se arruga, si no se ve se olvida, si se le moja se destruye...
Tu mirada huidiza busca rincones para reposar, tal vez de ese momento que no quieres recordar. Contemplo tu rostro, dulce tan hermoso. Con siniestro pensamiento me trastorno, tus labios inmóviles dispararon mi martirio.
Y es que los veo y como pequeño capullo murmuras un te quiero…
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